Anteriormente,
mencionamos los beneficios de tejer, hoy profundizaremos en los
efectos que produce en nuestro cerebro.
Las manualidades generan
un efecto positivo en nuestra salud mental, emocional y física, es
por lo que se ha utilizado como un instrumento de sanación para
personas con ansiedad, estrés o depresión, y también en niños con
problemas de concentración o conducta o, con problemas de motricidad
fina.
Sus beneficios han sido
comprobados mediante la neurociencia, ya que genera cambios
importantes en nuestras conexiones cerebrales que repercuten en la
calidad de vida y el bienestar de quien realiza ésta actividad. En
un estudio donde se ha consultado a tejedoras y la relación con su
estado de ánimo, han respondido que son mucho más felices, menos
ansiosos y tienen mayor confianza en sí mismos. Los mismos
investigadores notaron diferencias entre los tejedores solitarios y
los de grupo, siendo estos últimos más felices.
El tejer, colabora con el
desarrollo de habilidades a nivel cerebral, como la concentración,
la memoria, la atención y en las motoras (coordinación
mano-ojo, motricidad fina, percepción espacial). Tiene efectos
similares a la meditación, por lo tanto reduce el estrés y la
depresión. Según Schindler, el acto repetitivo de tejer activa el
sistema parasimpático y por lo tanto baja los niveles de estrés.
Además, el sentirnos bien por el proyecto realizado, libera
dopamina, el neurotransmisor de la recompensa, y que actúa como un
antidepresivo natural.
Este tipo de actividades
influyen en cómo envejecemos, pues el desarrollar actividades nuevas,
nuestro cerebro realiza nuevas conexiones y las mantiene durante el
tiempo. El realizar manualidades como tejer activa distintas áreas
de tu cerebro, como la memoria, la atención, la coordinación, las
relacionadas con tus habilidades de resolución de problemas y tu
lado creativo, dice Levisay. Por lo tanto, retrasas el envejecimiento, previniendo enfermedades como la demencia.
M&M
No hay comentarios:
Publicar un comentario